Cuidado de la piel para hombres: 4 pasos sencillos
Los tipos de piel y su importancia en el cuidado facial
Lo primordial para el buen cuidado de la piel es conocer tu tipo de piel o biotipo cutáneo, ya que de ello dependen los productos a usar. Los biotipos que existen y la forma de identificarlos es la siguiente:
- Pieles secas: producen poco sebo y no retienen la humedad. Su apariencia es tirante, escamosa y opaca. Requieren de producto en crema.
- Pieles grasas: producen demasiado sebo. Su apariencia es grasosa, con poros visibles y dilatados. Necesitan productos astringentes sin aceites, como espumas limpiadoras y geles para hidratación o protección solar.
- Pieles mixtas: la frente, nariz y mentón producen exceso de sebo, los pómulos no. Lucen grasosas en la zona central y secas en los laterales. Necesitan productos astringentes para el área grasa e hidratantes para las otras zonas.
- Pieles sensibles: la producción de sebo es normal, pero se irritan, enrojecen o lastiman con pequeños estímulos. Lucen delgadas, débiles y casi siempre enrojecidas. Requieren de productos muy suaves, sin detergentes, alcohol o perfumes.
- Pieles normales: tienen una adecuada producción de sebo. Su apariencia es lisa, hidratada y sin poros visibles. Necesitan productos suaves para mantenerla sana.
4 pasos de rutina para el cuidado de la piel de los hombres
El cuidado de la piel de los hombres no debe quedarse solo en el lavado. Si quieres un rostro luminoso, brillante e hidratado, debes hacer mucho más que utilizar solo agua y jabón. Te indicamos cuáles son los 4 pasos de rutina que debes seguir.
PASO 1:
Limpieza facial
Toda rutina de cuidado de la piel empieza con la limpieza diaria. Esto es importante para eliminar residuos de contaminación ambiental y células muertas. Resulta esencial que escojas un limpiador acorde a tu biotipo para evitar irritaciones.
La limpieza la puedes hacer al despertarte y antes de acostarte. Si haces ejercicio intenso cada día, también es recomendable lavar tu rostro al terminar. El exceso de sudor puede macerar tu piel, volverla escamosa y sensible.
Exfoliación
El proceso es sencillo, primero lavas tu rostro y mientras sigue húmedo aplicas el exfoliante. Debes hacer círculos sobre tu rostro, hacia afuera y hacia arriba, sin presionar demasiado. Luego de masajear unos minutos enjuagas y aplicas tu tónico y crema de costumbre. Por último, no te exfolies si piensas exponerte al sol porque tu piel se encuentra sensible y puede mancharse.
PASO 2:
Aplicación de un tónico
Cuando limpias tu rostro, además de los residuos de contaminación y células muertas, también retiras los aceites esenciales. Estos aceites mantienen un pH ácido (de 4,7 a 5,75) y forman una película sobre la capa externa de la piel. Cuando el pH es ácido el tejido está protegido contra alergias, dermatitis, infecciones y otras influencias externas. Al alterarse (producto del uso de jabones o limpiadores faciales) la piel se vuelve vulnerable ante el sol, el aire y la contaminación ambiental.
Por eso, necesitas aplicar un tónico al terminar la limpieza. Este producto regula el pH de tu piel y la mantiene protegida. Para aplicarlo, humedece un algodón y realiza ligeros toques por toda el área. Procura siempre escoger uno sin alcohol porque este elemento puede irritarte si te afeitas.
PASO 3:
Hidratación facial
Nuestro cuerpo se compone de un 60% de agua, y el tejido cutáneo no es diferente, por eso siempre debes hidratar la piel. Lo ideal es que te apliques la crema hidratante por la mañana y por la noche.
Dependiendo de tu biotipo y de la zona del rostro, debes usar productos con las siguientes consistencias:
- Cremas o aceites para pieles secas.
- Geles para pieles grasas.
- Crema en pómulos y geles en la zona de la frente, nariz y mentón para pieles mixtas
- Siempre usar cremas para el contorno de ojos.
La forma de aplicar los productos en tu rostro debe ser con un ligero masaje circular y ascendente. Esto favorece la circulación y la absorción del producto.
Uso de mascarillas
Su aplicación es simple, primero lavas tu rostro para limpiar los poros, luego aplicas la mascarilla y la dejas por 20 minutos. Finalmente, enjuagas y sigues con tu rutina. Para lograr un mejor efecto úsala después de la exfoliación. Recuerda que solo puedes aplicarla una vez por semana.
PASO 4:
Protección solar
La luz solar (UVA y UVB) provoca la aparición de manchas y arrugas; además, es la principal causa de cáncer de piel. Por eso, debes añadir el protector solar a tu rutina diaria de cuidado de la piel.
Este producto lo aplicas en tu rostro luego de la hidratación y por lo menos 30 minutos antes de salir de casa. Lo ideal es retocarlo cada 2 o 4 horas. La OMS (2015) recomienda usar un protector solar con FPS 30. Sin embargo, si tienes una piel muy clara o vas a exponerte al sol de forma directa, prefiere uno de FPS 50 o mayor a este.
Los protectores solares están diseñados según el tipo de piel. Por eso, si tu piel es seca te van bien las cremas y lociones, pero si es grasa debes usar las versiones en aerosol o gel.
Cuidado de la piel: pre y post rasurado
Puedes rasurarte antes de estos pasos, luego de limpiar tu rostro o de aplicar el tónico. Lo importante es que no te hayas colocado ninguna crema hidratante antes de rasurarte, porque puede causarte alguna irritación.
Consejos para tener una piel sana
- Toma entre 2,5 y 3,7 litros de agua al día.
- Haz ejercicio 3 veces por semana para acelerar tu metabolismo y la renovación de las células.
- Incluye en tu dieta una porción diaria de vegetales crudos y fruta para tener suficientes vitaminas y minerales.
- Limita la exposición al sol.
- Evita aplicar perfumes o alcohol sobre tu rostro.
- No fumes. La nicotina y el tabaco inducen el envejecimiento de la piel.
- Compra una buena afeitadora, para evitar irritaciones y verte siempre bien Descubre cuál es la mejor para ti
Sumando estos simples consejos diarios y siguiendo tu rutina de cuidado de la piel conseguirás un rostro sano, con una apariencia brillante y suave.
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